Para iniciar se desarrollaran los primeros 5 aspectos relacionados con los estilos de aprendizaje.
Los estilos son preferencias en el empleo de aptitudes, no actitudes en sí mismos.
Este punto hace una notable relevancia sobre la diferencias entre aptitudes y actitudes respectos a los estilos de cada persona, es decir, algunas personas les gusta realizar cierta actividad, sin embargo no son aptas (no cuentan con las aptitudes) para desarrollarla en su máximo potencial, lo cual nos quiere decir que no es suficiente que alguno de nosotros queramos desenvolver acciones determinadas si no que es necesario tener desarrolladas esas aptitudes que nos permitan ser competentes en ello.
La coincidencia entre estilos y aptitudes crea una sinergia que supera la suma de las partes.
“Lo que les gusta hacer y lo que saben hacer” es un argumento que puede causar cierto descontento entre las personas ya que al no poder realizar lo que les gusta se sienten fracasados y se quedan hasta es momento, no tiene la suficiente madurez para aceptar que sus aptitudes van mas allá de los que ellos mismos perciben y son cien por ciento aptos para desarrollar competentemente otras actividades que sean un medio para logra su propia satisfacción personal, lógicamente sin atribuirle la causa de su fracaso a los demás.
Las opciones vitales deben encajar tanto con los estilos como con las aptitudes.
Se basa en que a pesar de que el individuo tenga nociones sobre la profesión en la que se quiere dedicar en toda su vida y además considera que es apto para desempeñarla es común que estudie y ejerza otra carrera debido a la presión que ejerce la sociedad (por moda), amigos o sus padres. Este tipo de carrera que se ejerce por medios persuasivos pueden o no encajar en los estilos de las personas, lo esencial es que se realice con gusto para no sentirse oprimido ni mucho menos fracasado.
Las personas tienen perfiles (o pautas) de estilos y no un solo estilo.
Se basa principalmente la premisa de que las personas no solo tenemos un estilo si no u perfil de estilos; es decir, el hecho de que el individuo tiene la habilidad por alguna actividad no quiere decir que las demás ya las tenga desarrolladas.
Los estilos varían en función de las tareas y las situaciones.
La utilización de los estilos de cada persona depende en gran medida de la situación en la que se encuentre, ya que puede o no interesarle al mismo nivel las actividades que se realizan, por ejemplo: un chico que es muy persuasivo en sus argumentos utilizados en la vida académica tal vez no lo sea cuando trata con alguno de sus pares femeninos.
Los estilos son construcciones sociales, que permiten el desarrollo o no estos estilos, son representados por elementos tales como: La cultura, el sexo, la edad, los estilos de los padres, la formación y la profesión.
En conclusión puedo decir que los estilos y aptitudes que el alumno desempeñe en su vida académica y real deben ser tomados en cuenta para poder partir de ello y generar un aprendizaje significativo; ya que a medida que el aprendiz adquiere conciencia de su proceso de aprendizaje es entonces cuando desarrolla sus habilidades y conduce por sí mismo si proceso cognitivo.
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